Los cabeceros, por regla general, suelen ser soportes que están adosados a la pared. Su función principal es que nuestras cabezas no rocen con el muro y, además, previene que las almohadas y cojines se pierdan entre la cama y la pared. A día de hoy, hay cabeceros de diversos tipos y materiales, cuya funcionalidad está, cada vez más, enfocada a la decoración estética.
Por ello, hoy, queremos centrarnos en los cabeceros de forja. Al pensar en este tipo de cabeceros, normalmente, lo primero que se nos viene a la mente son aquellos aburridos cabeceros que tenían antaño nuestros ancestros, pero se han renovado de tal manera que nos ofrecen infinidad de posibilidades para el diseño y la decoración de dormitorios.
La forja es una forma de decorar distinta que, de por sí, da mucha más amplitud a las estancias de reducidas dimensiones, decorando las habitaciones con una frescura acogedora y, así, es el complemento perfecto para combinarlo con todo, consiguiendo elegantes y modernos cabeceros de diseño, así como agradables cabezales clásicos y rústicos, que hacen que los cabeceros de forja sean una pieza clave que se adapta a la perfección en cualquier habitación, con independencia del estilo de decoración.
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